“La importancia de ser Humano”

Jugando un poco con el título de la estupenda obra de Oscar Wilde “La Importancia de ser Ernesto” (“The importance of being Earnest”) traigo al debate sobre cómo entender el autocontrol emocional y cómo se puede relacionar con la concentración, todo esto graficado en el mundo del deporte. Hoy se dio un episodio raro: Roger Federer se enojó en un partido de tenis (y por segunda vez, contra Del Potro). Aclaro: Roger Federer es uno de esos deportistas que admiro y considero una figura a seguir (como deportista y ser humano). Representa los valores con los cuales me identifico (caballerosidad, amabilidad, humildad, respeto, etc.), la ambición (ser n°1, dejarlo de serlo.. y volver a serlo, ser padre y seguir siendo deporista de elite) y la autosuperación. Es la “perfección suiza” como suelen decir.

Les dejo el video para que lo puedan ver lo que hablaré a continuación:

No obstante, hoy demostró que es humano. ¡Y qué bueno que eso suceda! En un punto clave del 2do set, el público gritó “ouuut” ante un tiro de Federer cuando en realidad no había salido, el punto siguió y evidentemente ese grito, ese factor distractor externo, perjudicó el juego de Roger, quien perdió su foco atencional y perdió el punto decisivo de ese 2do set.

El “samurai” demostró que es humano y manifestó su enojo. Repito, qué bueno que eso suceda. Quisiera saber qué pasó luego por la cabeza de Roger, quisiera saber qué pasó en Del Potro luego de que pensara en pleno partido “Pensé que lo podía ganar”.

Ahora, el debate. ¿Enojarse en esa situación es tener un pobre autocontrol emocional y de concentración … o poder reponerse y focalizarse en su estrategia es la evidencia de un gran autocontrol emocional y de concentración? La gracia, desde mi punto de vista, es precisamente poder estar pensando en aquello que le sirve a uno estar pensando en una situación dada. El enojo de Federer se produjo en un tiempo muerto, pero evidentemente cuando retomó el juego, Federer estaba focalizado, con su mente en el aquí y ahora ya que pudo volver a su nivel y dar vuelta un partido que parecía perdido. ¡A eso llamo yo tener fortaleza mental!

Roger, sos humano, te perdonamos por serlo.